
October 9, 2025
Encontrando a Dora Richardson – La desarrolladora olvidada del tamoxifeno, una terapia vital contra el cáncer de mama
Descripción del episodio
A principios de la década de los sesenta, la Dra. Dora Richardson sintetizó un compuesto químico que se convirtió en uno de los medicamentos más importantes para tratar el cáncer de mama: el tamoxifeno. Aunque su nombre aparece en la patente original, sus contribuciones fueron olvidadas por la historia.
En el primer episodio de este podcast de dos partes, les contamos la historia de Dora y de cómo Marcy Thompson, productora de Lost Women of Science, rastreó su relato en primera persona sobre el desarrollo del medicamento. Este documento, perdido durante décadas, narra cómo se creó el compuesto y cómo la empresa Imperial Chemical Industries, donde trabajaba Richardson, estuvo a punto de cancelar el proyecto porque buscaba desarrollar un anticonceptivo, no una terapia contra el cáncer.

Laura Gómez es una actriz mayormente conocida por su papel de Blanca Flores en la exitosa serie de Netflix “Orange Is the New Black”. Más recientemente ha destacado el cine español con “Upon Entry,” y “Mariposas Negras”, ambas nominadas a los Premios Goya, así como la película mexicana “La Cocina,” protagonizada por Rooney Mara. Laura ha protagonizado, escrito y dirigido varios cortometrajes y es además una consumada podcastera, habiendo narrado el aclamado podcast “Corinna y el Rey” en España, y actuando como anfitriona y productora de su propio podcast, “Baraja Eso”.

Marcy es una galardonada productora de audio, con experiencia en temas de ciencia, tecnología, historia, cultura, deportes, negocios y entrevistas a celebridades. Su trabajo se puede escuchar en Next Question, con Katie Couric, Overheard en el National Geographic y Note to Self (WNYC), entre otros.

Laura Gómez es una actriz mayormente conocida por su papel de Blanca Flores en la exitosa serie de Netflix “Orange Is the New Black”. Más recientemente ha destacado el cine español con “Upon Entry,” y “Mariposas Negras”, ambas nominadas a los Premios Goya, así como la película mexicana “La Cocina,” protagonizada por Rooney Mara. Laura ha protagonizado, escrito y dirigido varios cortometrajes y es además una consumada podcastera, habiendo narrado el aclamado podcast “Corinna y el Rey” en España, y actuando como anfitriona y productora de su propio podcast, “Baraja Eso”.

Marcy es una galardonada productora de audio, con experiencia en temas de ciencia, tecnología, historia, cultura, deportes, negocios y entrevistas a celebridades. Su trabajo se puede escuchar en Next Question, con Katie Couric, Overheard en el National Geographic y Note to Self (WNYC), entre otros.
Dra. Viviane Quirke, historiadora de la ciencia, la medicina y la tecnología, especializada en el desarrollo de medicamentos.
Dr. Ben Anderson, cirujano mamario y ex líder técnico de la Iniciativa Global contra el Cáncer de Mama de la Organización Mundial de la Salud.
Dra. Susan Galbraith, vicepresidenta ejecutiva de investigación y desarrollo en oncología en AstraZeneca.
Julie James, encargada de archivos en AstraZeneca.
Barbara Valcaccia, bióloga que trabajó con Dora Richardson en ICI.
Dr. Michael Dukes, endocrinólogo reproductivo que también trabajó con Dora Richardson en ICI.
Lecturas adicionales:
Tamoxifen from Failed Contraceptive Pill to Best-Selling Breast Cancer Medicine: A Case-Study in Pharmaceutical Innovation, de Viviane Quirke, Frontiers in Pharmacology, September 12, 2017.
The History of Nolvadex, de Dr. Dora Richardson, Imperial Chemical Industries, 1980.
Careers for Chemists, Imperial Chemical Industries, 1955.
Visita el National Cancer Institute para más información acerca de la enfermedad del cáncer, así como estudios y tratamientos para el cáncer.
Transcripción del episodio
Encontrando a Dora Richardson – La desarrolladora olvidada del tamoxifeno, una terapia vital contra el cáncer de mama
Laura Gómez: Esto es Lost Women of Science (Mujeres Olvidadas de la Ciencia). Soy Laura Gómez. Como probablemente sepan, este es el Mes de la Concientización Sobre el Cáncer de Mama. Cada octubre, cuando empiezan a aparecer esos pequeños lazos color de rosa, recordamos que debemos pedir cita para una prueba de detección de este tipo de cáncer o acudir a una cita que ya habíamos concertado. Esos pequeños lazos rosados nos hacen formar parte de la comunidad del cáncer de mama, y ese apoyo disipa parte del miedo que sentimos frente al mismo.
Una generación más atrás, había menos opciones de tratamiento para el cáncer de mama y mucho miedo. La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia eran el tratamiento estándar. Los efectos secundarios podían ser brutales y los resultados, desalentadores. Pero en 1977, en Estados Unidos se aprobó un medicamento llamado tamoxifeno. Esto marcó un antes y un después en cuanto a la supervivencia.
En 1985, año inaugural del Mes de Concientización Sobre el Cáncer de Mama, los Institutos Nacionales de Salud declararon al tamoxifeno el tratamiento de elección debido a su capacidad para prolongar la vida de las mujeres después de la cirugía. Eventualmente, se aprobaría como tratamiento preventivo, el primero en su género. Ahora, décadas después, el tamoxifeno ha salvado la vida de cientos de miles de mujeres en todo el mundo.
Hoy les traemos el primer episodio de una serie de dos partes sobre la química británica que sintetizó esa droga: Dora Richardson. Esta es una adaptación de un episodio producido originalmente en inglés en 2024.
Cuando iniciamos nuestra búsqueda, solo sabíamos que Dora Richardson era química orgánica sintética de Imperial Chemical Industries en Inglaterra, cuyo nombre aparecía en una patente de tamoxifeno de 1965. Eso era todo. Su historia prácticamente había desaparecido del registro histórico.
Viviane Quirke: Francamente, de todos los científicos con los que hablé, ninguno de ellos dijo nada sobre Dora Richardson.
Laura Gómez: Esa es Viviane Quirke, historiadora de ciencia, medicina y tecnología. Encontró el nombre de Dora Richardson a principios de la década del 2000, mientras visitaba un archivo en Imperial Chemical Industries, el mismo lugar donde se desarrolló el tamoxifeno.
Viviane Quirke: Pasó toda su carrera allí hasta jubilarse, así que era una figura permanente. Pero quizás estar escondida en el laboratorio de química sintética, como parte de un equipo, la hacía doblemente invisible.
Laura Gómez: Doblemente invisible. Una científica en un laboratorio de química. Incluso después de que el trabajo de Dora cambiara para siempre el tratamiento del cáncer de mama, los rastros de Dora se desvanecieron. Su otrora vital papel como científica quedó reducido a un comentario aparte en un artículo académico. Pero hay algo que sigue siendo innegable.
Viviane Quirke: Hay un compuesto, al principio, hay un fármaco inicialmente que todavía no es tamoxifeno, pero que está en camino de convertirse en dicho medicamento, y Dora Richardson estuvo muy presente desde el principio.
Laura Gómez: Viviane no se propuso encontrar a Dora Richardson. Pero mientras investigaba la historia de los medicamentos para enfermedades crónicas a principios de la década del 2000, visitó una extensa urbanización cerca de Manchester llamada Alderley Park, la cual había sido la sede de Imperial Chemical Industries desde la década de 1950.
Viviane Quirke: Ese centro de investigación se encontraba en un entorno precioso, rodeado de campos, ovejas y árboles. Y esto me ha dado una especie de... casi una visión desde dentro de lo que sucedía en la empresa donde trabajaba Dora Richardson. Y cuando fui a almorzar al refectorio principal con la archivista, Audrey Cooper, pude contemplar aquel hermoso entorno.
Laura Gómez: Para entonces, Imperial Chemical Industries había experimentado algunos cambios corporativos. Tras una escisión y una fusión, pasó a ser AstraZeneca. No obstante, algunos documentos históricos permanecieron en el archivo.
Y la encargada de archivos, Audrey Cooper, resultaría fundamental en la recuperación de la historia de Dora Richardson.
Viviane Quirke: Creo que trabajó allí unos 40 años. Así que conocía los registros, pero también a algunas de las personas que venían a la biblioteca. Y fue ella quien me dijo: «Bueno, le interesa el tamoxifeno. Aquí tiene».
Laura Gómez: Audrey le entregó a Viviane la única copia conocida de un artículo titulado “La historia de Nolvadex”. Nolvadex fue la primera marca del tamoxifeno.
Viviane Quirke: Era un documento interno.
Laura Gómez: Un documento que, hasta donde Viviane pudo saber, nunca había salido del archivo.
Viviane Quirke: Una especie de historia resumida, una mirada interna a los primeros días del tamoxifeno.
Laura Gómez: La autora fue la propia Dora Richardson, quien lo escribió en 1980, poco después de jubilarse. Nunca se publicó, pero se lo regaló a Audrey Cooper, junto con todos sus cuadernos manuscritos de sus años como química.
Viviane Quirke: Fue algo que expresó emociones, sentimientos, esperanzas para el futuro… Dejó transmitir algo de su personalidad, creo.
Laura Gómez: A Viviane no le permitieron fotocopiar el documento, pero tomó notas.
Viviane Quirke: Aparece, ante todo, como una científica apasionada que ama su investigación y su trabajo de laboratorio, algo que descubrió que quería hacer cuando era joven, y de hecho lo hizo.
Después de que Viviane devolviera el artículo al archivo, lo volvieron a guardar hasta ser prácticamente olvidado. Más tarde, cuando Audrey Cooper se jubiló, la historia de Dora casi se perdió para siempre... hasta que nos propusimos encontrarla.
Porque para resolver el misterio de lo que pasó con el documento de Dora Richardson, tendríamos que averiguar más sobre ella. Solo que reconstruir la vida de Dora es como intentar tejer un tapiz con el hilo de una telaraña.
Pero supimos que Dora nació en 1919 en Wimbledon, al sur de Londres. Siendo adolescente, visitó a su abuela, que agonizaba en el Hospital Oncológico de Londres.
Allí, la joven Dora vislumbró a gente trabajando en laboratorios. En un periódico de la empresa Imperial Chemical Industries de 1979, se cita a Dora diciendo: «Supongo que es una coincidencia que me motivara a convertirme en química investigadora en un hospital oncológico y luego trabajara en Nolvadex». ¿Coincidencia? Probablemente no.
Viviane Quirke: Así que fue a estudiar química al University College de Londres. Era, por supuesto, una excelente estudiante y pertenecía a una familia que estaba muy contenta con que estudiara química, algo que no era habitual para una mujer brillante en las décadas de 1930 y 40.
Laura Gómez: Para las mujeres en el Reino Unido entre las dos guerras mundiales, estudiar química fue especialmente difícil. Se enfrentaron a mucha hostilidad y a menudo eran excluidas de las sociedades y los sindicatos estudiantiles.
Luego, durante el último año de Dora, la Segunda Guerra Mundial alcanzó su apogeo y la devastación diaria de los bombardeos aéreos paralizó la vida.
Durante ocho meses seguidos, Londres fue bombardeado por aviones alemanes, lo que obligó al University College de Londres, donde estudiaba, a evacuar a sus estudiantes a Gales. Pero Dora perseveró en sus estudios y se graduó en 1941.
Las perspectivas laborales para las mujeres químicas eran extremadamente limitadas. Y si conseguían trabajo, solo ganaban alrededor del 80% de lo que ganaban los hombres... y tenían que dejar sus trabajos si se casaban. A pesar de estos obstáculos, Dora consiguió una entrevista con Imperial Chemical Industries en 1943 —celebrada en un refugio antiaéreo cerca de Manchester— y allí comenzó su carrera profesional.
Viviane Quirke: Desde entonces, parece que estuvo trabajando en Imperial Chemical Industries, al menos desde 1943, y al parecer, basándose en el trabajo que había hecho con ellos durante la guerra, obtuvo su doctorado en química en el University College de Londres en 1953.
Laura Gómez: A partir de ese momento, en Industrial Chemical Industries se le conocía, no como Dora, sino como la Dra. Richardson. Una década después, comenzó a trabajar en el compuesto que se convertiría en tamoxifeno. El cáncer de mama era una crisis mundial en aquel entonces, como lo es ahora.
Ben Anderson: El cáncer de mama es el cáncer más común entre las mujeres en un 86 por ciento de países, y es la primera o segunda causa de muerte por cáncer entre las mujeres en un 95 por ciento de países.
Laura Gómez: Ese es el Dr. Benjamin Anderson. Es cirujano de mama y trabajó para la Iniciativa Mundial contra el Cáncer de Mama de la Organización Mundial de la Salud.
Ben Anderson: Se estiman más de 600.000 muertes al año de aquí al 2040; habrá tres millones de casos de cáncer de mama a nivel mundial y un millón de muertes al año. Por lo tanto, es un gran problema.
Laura Gómez: El Dr. Anderson colabora actualmente con la ONG a nivel global City Cancer Challenge, ayudando a las ciudades a mejorar el acceso a atención oncológica de calidad. Y afirma que el tamoxifeno resultó ser sumamente innovador.
Ben Anderson: Uno quisiera pensar que la cirugía lo soluciona todo, pero lo que aprendimos en la década de 1980 fue que, si bien la cirugía, o la cirugía y la radioterapia, son esenciales para controlar la enfermedad en la mama y en los ganglios linfáticos, es en realidad la terapia farmacológica la que modifica la supervivencia en general. Sabemos que sin medicamentos como el tamoxifeno, la supervivencia no puede cambiar.
Laura Gómez: Pero Dora en realidad no se propuso en absoluto curar el cáncer de mama.
Cuando Susan Galbraith se incorporó a AstraZeneca en 2010 como jefa de investigación oncológica, le interesaba la cartera de terapias hormonales de AstraZeneca para tratar el cáncer. Estaba especialmente interesada en la historia del surgimiento del tamoxifeno.
Susan Galbraith: Me llamó la atención el hecho de que fuera tan inusual volver a la década de 1960 y encontrar a una mujer química trabajando en sintetizar este compuesto.
Laura Gómez: Y esa no fue la única sorpresa. A Susan Galbraith le sorprendió que inicialmente Industrial Chemical Industries intentara entrar en un mercado completamente diferente. La investigación inicial que condujo al tamoxifeno, un tratamiento contra el cáncer que cambió el paradigma, de hecho comenzó en el Programa de Regulación de la Fertilidad de la empresa.
Susan Galbraith: La historia de muchos fármacos siempre incluye un elemento de serendipia. Buscaban compuestos para una píldora anticonceptiva.
Laura Gómez: Fue a finales de 1959 que un científico veterano de la empresa llamado Dr. Arthur Walpole reclutó a la única mujer química en categoría senior de la división para trabajar en este proyecto innovador: la Dra. Dora Richardson.
Aquí podría haber terminado nuestra historia, con tan poco conocimiento sobre el trabajo de Dora. Pero tuvimos suerte. El siguiente capítulo de la historia de Dora después de la pausa.
PAUSA
Laura Gómez: La sede corporativa de AstraZeneca se encuentra en Cambridge, a tres horas en vehículo del antiguo archivo de Alderley Park, donde se encontraba inicialmente la historia inédita sobre Nolvadex escrita por Dora. Desde entonces, ese archivo se ha dividido y trasladado, siendo enviado a ubicaciones externas y gestionado por proveedores también externos. Si se desea consultar el archivo, solo está disponible a través de un patrocinador interno de la empresa, lo cual es lógico dadas las medidas de seguridad necesarias para proteger la información confidencial de una empresa farmacéutica. Además, solo se puede acceder a lo que aparece al buscar en un índice digital. Así que, cuando empezamos a buscar la historia inédita de Nolvadex de Dora Richardson, no apareció. Pero eso no detuvo a nuestra productora, Marcy Thompson.
Marcy Thompson: Okay, so go ahead.
Laura Gómez: Marcy está en una videollamada con Julie James, la encargada de archivos de AstraZeneca. Julie toma su computadora y le muestra a Marcy la enorme cantidad de cajas llenas de archivos de investigación apiladas detrás de ella.
Julie James: We called in, oh, absolutely tons, tons of boxes —must've been about 40 boxes altogether.
Laura Gómez: Julie buscó entre docenas de cajas para nosotros. Al principio, no apareció nada. Y luego…¡lo encontró!
Julie James: So this box came back — it's lots of reports, but this one's actually entitled “The History of Nolvadex,” and it's authored by Dora Richardson.
Marcy Thompson: Wow!
Laura Gómez: “La historia de Nolvadex”: ese artículo perdido escrito por Dora Richardson.
Marcy Thompson: This is insane. Can I just stop for a second and just tell you that this is so incredible…
Laura Gómez: Allí estaba: el artículo perdido de Dora, con una tapa naranja oscura y letra negra, escrito en mayo de 1980.
Resultó que el artículo de Dora estaba mal indexado, lo cual imposibilitaba su búsqueda. Un simple error administrativo, y ¡zas!, el trabajo de Dora casi quedó borrado de la historia.
Imaginen un descuido en la indexación, y de pronto, la obra de toda una vida de alguien se archiva en el lugar equivocado y sus contribuciones se pierden y se olvidan. La indexación de este artículo no incluía las palabras "Historia de Nolvadex", y ahora no se considera de propiedad exclusiva ni está protegido. De hecho, tenemos una copia. Y con ella, pudimos descubrir el resto de la historia de Dora.
En 1960, Imperial Chemical Industries fundó una nueva división farmacéutica centrada en la regulación de la fertilidad. La era de hacer el amor, no la guerra, estaba en marcha, y las mujeres querían controlar su salud reproductiva.
El primer anticonceptivo oral acababa de ser aprobado en Estados Unidos —para, cito, «mujeres casadas»— lo cual desencadenó una competencia para entrar en el mercado. Imperial Chemical Industries llevaba tiempo investigando hormonas, por lo que aportó su conocimiento especializado tanto al tratamiento de la fertilidad como al del cáncer.
El Dr. Arthur Walpole, quien trabajó en dicha empresa en 1937, comenzó estudiando el impacto del estrógeno en el cáncer. Pero para 1960, ya estaba a cargo de la División de Fertilidad de la compañía. Aquí está Viviane Quirke.
Viviane Quirke: Comienza a trabajar en el cáncer, por un lado, y en las hormonas, por otro. Ahora, ambos se solapan porque para entonces se sabe que algunos tipos de cáncer dependen de las hormonas, en particular el cáncer de mama.
Laura Gómez: El Dr. Walpole estaba buscando un antiestrógeno.
Michael Dukes: Un antiestrógeno es básicamente un medicamento que bloquea la acción del estrógeno.
Laura Gómez: Ese es Michael Dukes, un químico convertido en endocrinólogo reproductivo que se unió a Imperial Chemical Industries a mediados de la década de 1960.
Michael Dukes: Es un campo complejo, porque como se sabía desde el principio, el estrógeno controla una amplia gama de procesos biológicos, que se unen en términos del embarazo, etc. Y el antiestrógeno es simplemente una sustancia que bloquea esas acciones.
Laura Gómez: Inicialmente, Imperial Chemical Industries se centró en desarrollar una especie de píldora del día después, basada en un antiestrógeno llamado clomifeno. Fue un proceso minucioso.
Viviane Quirke: Tenían una multitud de empleados cuyo trabajo era transferir productos químicos de un lugar a otro y luego regresar al laboratorio y trabajar en la química, modificando la molécula.
Laura Gómez: La tarea de Dora Richardson fue aislar los isómeros del compuesto en un proceso llamado cristalización fraccionada.
Viviane Quirke: Esto implica seis pasos sucesivos. Su labor para separar estos isómeros –de modo que el mejor isómero para el efecto deseado cristalice el compuesto y separe los dos isómeros– se consideró una hazaña importante.
Laura Gómez: La química fue difícil y el trabajo requirió una estrecha coordinación con los biólogos que probaban los compuestos en animales.
Barbara Valcaccia: Preparábamos a los animales, les administrábamos las dosis y luego hacíamos todas las pruebas necesarias para averiguar si funcionaba o no.
Laura Gómez: Esa es Barbara Valcaccia. Desde 1960, fue asistente de laboratorio y trabajó directamente con Dora.
Barbara Valcaccia: Era inusual. Era una rareza. Por ser callada, pero muy buena en su trabajo, tuvo una acogida mucho mejor que cualquier otra. Y se lo merecía. Era genial.
Laura Gómez: Barbara cumplió 91 años recientemente y aún vive cerca de Alderley Park. Aunque desarrollaría una carrera de 44 años en Imperial Chemical Industries y trabajaría en el desarrollo de dos importantes fármacos anticancerígenos tras el tamoxifeno, la situación era difícil para las mujeres allí a principios de los años sesenta.
Barbara Valcaccia: Era como si fuéramos casi sirvientas, ¿sabes? Hacíamos lo que nos mandaban. No se esperaba que tuviéramos opiniones.
Laura Gómez: La vida de una mujer en la ciencia puede ser, digamos, un poco extraña.
Barbara Valcaccia: Como asistente de laboratorio, ahí fue donde me dieron el trabajo de perseguir ovejas por los campos y hacer todo ese tipo de cosas.
Laura Gómez: Bárbara se ríe porque su primer trabajo en Imperial Chemical Industries consistía en recoger heces de oveja y analizarlas para ver si tenían gusanos.
Una vez que se incorporó al área de biología del proyecto del tamoxifeno, Barbara se describe a sí misma entre comillas, como «un par de manos extra». Era un trabajo mejor, pero el desequilibrio de poder era evidente.
Barbara Valcaccia: En cada grupo, había un hombre mayor con un montón de asistentes, y sus asistentes eran casi siempre mujeres que se encargaban de todos los trabajos menores, como vaciar los cubos de cadáveres al final del día, y luego preparar el té y llevárselo al jefe. Eran cosas así.
Laura Gómez: Dora, sin embargo, era otra cosa.
Barbara Valcaccia: Que una mujer llegara al nivel de Dora era bastante inusual. Había otra mujer de alto rango en el puesto, y era veterinaria.
Laura Gómez: El recuerdo de Barbara de lo ocurrido hace más de 60 años es asombrosamente nítido. El equipo estaba en contacto constante. Dora creaba un compuesto y lo llevaba al laboratorio biológico para analizarlo.
Barbara Valcaccia: Luego calculábamos los resultados, se los enviábamos a Dora, y Dora y el Dr. Walpole decidían el desarrollo que debía tomar la siguiente línea de investigación.
Laura Gómez: Finalmente, en 1962, el equipo logró un gran avance. Dora sintetizó un compuesto conocido como ICI 46 474. Aquí está Michael Dukes, nuevamente.
Michael Dukes: En un lote en particular, en esa primera ocasión crucial, logró obtener un tamoxifeno totalmente puro, 46,474, y esa fue la primera vez que obtuvo dos isómeros separados. También fue la primera vez que los biólogos pudieron analizarlos por separado.
Barbara Valcaccia: Si ella no hubiera podido separarlos, no habríamos podido producir el fármaco. No habríamos podido demostrar su eficacia. Por eso, su papel fue fundamental.
Laura Gómez: En su historia del desarrollo del tamoxifeno, Dora simplemente dice esto: «Esta separación fue objeto de la patente UK 1099093». Sin complicaciones, como la científica “nerd” que era.
Michael Dukes: Ella era modesta, discreta, nunca alardeaba de lo que había logrado o de cómo iba el trabajo.
Laura Gómez: El escritorio de Michael estaba justo al lado del de Dora, así que la conocía bastante bien.
Michael Dukes: Supongo que era de estatura promedio para una dama, pero era delgada y de cabello oscuro. Claramente, para entonces, era una solterona, y una solterona comprometida, cuando la conocí.
Laura Gómez: Aquí está Bárbara Valcaccia.
Barbara Valcaccia: Era muy, muy callada. No creo que tuviera una vida social muy activa.
Laura Gómez: Dora nunca se casó, y así fue como logró tener una carrera tan larga. No sabemos mucho de su vida personal, pero sabemos que tenía un periquito y disfrutaba de la jardinería y la costura. Y en su vida profesional, destacó por ser reservada y competente.
Michael Dukes: Cuando me uní, el lugar probablemente estaba lleno de aspirantes a químicos alfa que competían por atención, un posible ascenso y todo lo demás. Dora no participaba en nada de eso. Simplemente se dedicaba discretamente a su trabajo y era extremadamente eficaz haciéndolo. Pero, al mismo tiempo, no era tímida ni vergonzosa. En el campo de la química, podía medirse con cualquiera.
Laura Gómez: Era muy estimada.
Michael Dukes: Como química sintética tradicional, era una de las mejores. La describiría como una química sintética de primera, una química cordon bleu, pues sus suflés químicos siempre parecían subir, mientras que los míos y los de muchos otros fracasaban con frecuencia. Como en la jardinería, algunos químicos tienen un don y parecen poder hacer crecer casi cualquier cosa. En su caso, parecía que siempre terminaba con cristales.
Laura Gómez: Aquí está Viviane Quirke.
Viviane Quirke: Se le conoce como la Dra. Richardson. Así que, en cierto sentido, casi se convierte en un hombre por la forma en que se refieren a ella en los archivos, lo que demuestra su alta estima. Es decir, también se reconoce que la química que practicaba era extraordinaria.
Laura Gómez: Arthur Walpole, el veterano de Imperial Chemical Industries que dirigía la división, era conocido por su imparcialidad, pero también por su exigencia. Conociendo el talento técnico de Dora, incluso entre tantos hombres químicos, la seleccionó para su equipo. Aquí está Barbara Valcaccia.
Barbara Valcaccia: Dora tuvo suerte de trabajar con alguien que estaba dispuesto a valorarla y darle crédito por lo que hacía.
Laura Gómez: Es interesante notar que Barbara había sido trasladada al equipo de Walpole como asistente de laboratorio en el equipo de fertilidad, en parte porque era protestante.
Barbara Valcaccia: Las chicas católicas no querían trabajar en el área de la reproducción. No lo hacían por motivos religiosos. Así fue como me derivaron a trabajar con el Dr. Walpole y, por suerte, pude trabajar y realizar gran parte de la fisiología reproductiva relacionada con el tamoxifeno, o el proceso previo a su descubrimiento.
Laura Gómez: El equipo que reunió el Dr. Walpole, con su “chef cordon bleu” en el centro, ahora concentraba el 100 por ciento de su energía en encontrar el mejor uso posible para el tamoxifeno.
Se necesitó un equipo diverso para llevar a cabo una tarea como esta. Susan Galbraith, jefa de investigación y desarrollo oncológico de AstraZeneca, afirma que el desarrollo de un nuevo producto involucra a personas de diferentes tipos.
Susan Galbraith: La razón por la que he permanecido en esta industria por tanto tiempo y por la que aún sigo fascinada por ella, es porque agrupa diferentes disciplinas.
Laura Gómez: Además de la ciencia fundamental que sustenta su investigación, los científicos como la Dra. Galbraith, que trabajan en el área industrial de investigación y desarrollo, tienen que comprender la farmacología clínica.
Susan Galbraith: Y luego también hay que entender la ciencia y el arte del desarrollo de fármacos, de llevarlos a cabo y convertirlos en medicamento.
Laura Gómez: Michael Dukes, nuevamente.
Michael Dukes: Tenía que haber un resultado útil al final. Y creo que Dora definitivamente buscaba ayudar a producir nuevos medicamentos útiles.
Laura Gómez: Al iniciar los primeros ensayos con animales, los resultados fueron frustrantes. El equipo se dio cuenta de que lo que prevenía el embarazo en ratones y ratas no funcionaba tan bien en mujeres. El ICI 46 474 mostraba indicios de que podía inducir la ovulación, que no es lo que se busca en un anticonceptivo. Pero… había indicios de que podía reducir tumores.
La función del tamoxifeno aún no estaba completamente clara. Pero el Dr. Walpole y su equipo sabían que la presión para encontrar un producto comercialmente viable era enorme. Seguían convencidos de que el tamoxifeno podía demostrar su eficacia en el tratamiento de los tumores de mama sensibles al estrógeno. Cinco años después de registrar la patente, empezaron a observar algunos resultados positivos iniciales. Pero la directiva de Imperial Chemical Industries no estaba satisfecha: buscaban un anticonceptivo, no un medicamento contra el cáncer.
Barbara Valcaccia: Sabes, no, que casi lo abandonan. Casi abandonan todo el proyecto.
Laura Gómez: Barbara Valcaccia se enteró del fracaso del proyecto en un partido de fútbol donde se encontró con un ejecutivo de la sede de Alderley Park.
Barbara Valcaccia: Y me dijo: «Sabes que el proyecto se abandonó, ¿verdad?». Y yo le dije: «No, nadie me lo había dicho». Dijeron: «Sí. Fue abandonado. No sirve».
Laura Gómez: Bárbara se quedó en shock. Al día siguiente, al ir a trabajar, le preguntó al Dr. Walpole qué estaba sucediendo.
Barbara Valcaccia: Y él dijo: nada.
Laura Gómez: Lo que viniera después decidiría el destino de millones de personas. El tamoxifeno parecía un tratamiento de fertilidad sin futuro, y ninguno de los altos mandos de Imperial Chemical Industries parecía querer explorarlo como terapia contra el cáncer. Pero Dora Richardson y el círculo íntimo del equipo no habían trabajado tan duro durante tanto tiempo como para verlo detenerse ahora.
En el próximo episodio de Lost Women of Science... el proyecto del tamoxifeno pasa a la clandestinidad.
Barbara Valcaccia: En ese momento, tenía una habitación con animales, y estaba en el sótano de un lugar oscuro y espeluznante.
Laura Gómez: Este episodio de Lost Women of Science fue producido originalmente en inglés por Marcy Thompson.
Yo fui traductora y colaboradora creativa del episodio en español. David De Luca adaptó el diseño de sonido. Samia Bouzid fue nuestra productora senior. Natalia Sánchez Loayza, nuestra productora asociada. Nuestra gerente de producción senior fue Deborah Unger.
Nuestras coproductoras ejecutivas son Amy Scharf y Katie Hafner. Nuestra directora de programación es Eowyn Burtner.
El episodio original en inglés fue presentado por Katie Hafner. Lexi Atiyah verificó los hechos. El diseñador de sonido fue Ted Woods, y Lizzy Younan compuso toda nuestra música.
Agradecemos especialmente a la Dra. Susan Galbraith, miembro de nuestro consejo asesor y quien nos informó sobre Dora. Gracias también a AstraZeneca, que financió este episodio.
Lost Women of Science está financiado en parte por la Fundación Alfred P. Sloan y la Fundación Anne Wojcicki. Distribuido por PRX.
Puedes encontrar más información y una transcripción de este episodio en lostwomenofscience.org. Soy Laura Gómez. Gracias por escuchar.